En ajedrez, un ataque a la
descubierta es un ataque producido cuando una pieza se aparta del camino de
otra. El jaque descubierto es un caso especial de este ataque, donde el ataque
desenmascarado es un jaque (si la pieza que se mueve también da un jaque, en
ese caso se produce un jaque doble). Los ataques a la descubierta en general y
los jaques dobles en particular, pueden ser extremadamente potentes, ya que la
pieza movida puede realizar amenazas independientemente de la pieza que cubre.
Como muchas tácticas de ajedrez, tienen éxito porque el oponente no puede
protegerse de dos amenazas a la vez.
Algunas veces los ataques a la
descubierta, y especialmente los jaques a la descubierta, pueden ganar material
cuando la pieza que se "descubre" captura una pieza oponente que está
nominalmente protegida por otra pieza oponente, ya que el oponente está
preocupado en librarse del jaque, el jugador atacante tendrá tiempo de mover la
pieza que hace la descubierta a un lugar seguro.
Otra posibilidad es que la pieza
desenmascarada, en vez de atacar o capturar una pieza del oponente, se mueve a
una casilla en la que la amenaza a infligir es mate al siguiente movimiento.
Los ataques a la descubierta no
tienen por qué ganar material para ser efectivos, a veces la táctica es
utilizada únicamente para ganar un tiempo.
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